Los peces pueden parecer mascotas sencillas, pero mantenerlos sanos requiere mucho más que echarles comida y cambiar el agua de vez en cuando. Muchas enfermedades en peces se originan por errores comunes que se pueden evitar con buenas prácticas de mantenimiento y observación diaria. Si tenés un acuario, este consejo es para vos.
1. Mantené los parámetros del agua bajo control
La calidad del agua es la base de la salud acuática. Usá kits para medir regularmente el pH, amoníaco, nitritos y nitratos. Cada especie tiene requerimientos específicos. Un desequilibrio puede generar estrés, hongos, problemas branquiales o incluso la muerte del pez. El agua cristalina no siempre significa agua sana.
2. Evitá los cambios bruscos de temperatura
Los peces son muy sensibles a las variaciones térmicas. Usá un calentador con termostato para acuarios tropicales y controlá que el agua esté siempre dentro del rango ideal. Cambios bruscos al hacer un recambio parcial de agua o al incorporar peces nuevos pueden generar shock térmico.
3. Observá signos visibles de enfermedad
Aletas rotas, manchas blancas, nado irregular, dificultad para mantenerse a flote o esconderse todo el tiempo pueden ser señales de enfermedades. Si detectás algo raro, aislá al pez afectado y consultá con un especialista. Cuanto antes actúes, mejor.
4. No sobrealimentes (ni sobrepobles) el acuario
El exceso de comida se descompone y contamina el agua. Alimentá en pequeñas cantidades una o dos veces al día, retirando lo que no se consuma. Además, evitá tener más peces de los que el acuario puede sostener. La sobrepoblación genera estrés y baja las defensas.
5. Hacé mantenimiento regular y cambios de agua parciales
Una vez por semana, reemplazá entre el 20% y 30% del agua del acuario con agua declorada y a temperatura similar. Limpiá el fondo, revisá el filtro y asegurate de que funcione correctamente. No limpies todo el filtro de golpe: eso puede eliminar bacterias benéficas necesarias para el equilibrio del ecosistema.
Conclusión
Tener peces sanos es cuestión de constancia, observación y compromiso. Aunque no puedan ladrar ni maullar, también te necesitan atentos a sus señales. Un acuario bien cuidado es más que un adorno: es un mundo vivo que refleja tu responsabilidad como tutor. 🐟💧