Los conejos son animales adorables, inteligentes y muy sensibles. Aunque suelen mostrar pocos síntomas cuando están enfermos, con una rutina de cuidados adecuada podés prevenir la mayoría de los problemas comunes. En este consejo te contamos qué aspectos no podés descuidar para mantener a tu conejo sano y feliz.
1. Alimentación rica en fibra (y sin exagerar con frutas o pellets)
La base de su dieta debe ser el heno fresco, disponible las 24 horas. También es clave ofrecer vegetales de hoja (como rúcula, acelga, escarola) y agua limpia siempre accesible. Los pellets deben usarse con moderación y las frutas solo como premio ocasional. Una mala alimentación puede causar diarreas, obesidad o problemas dentales graves.
2. Revisá regularmente sus dientes y uñas
Los dientes de los conejos crecen durante toda su vida. Si no se desgastan correctamente, pueden causar heridas, infecciones o impedir que coma. Observá si babea, rechaza el alimento o tiene la boca húmeda. También controlá el largo de sus uñas, que deben mantenerse cortas para evitar enganches o heridas.
3. Mantené su hábitat limpio, ventilado y seguro
Limpialo diariamente y desinfectá al menos una vez por semana. Usá un sustrato adecuado (no tóxico) y evitá exponerlo a temperaturas extremas o corrientes de aire. Un entorno limpio ayuda a prevenir infecciones urinarias, pododermatitis (llagas en las patas) y problemas respiratorios.
4. Controlá su comportamiento y actividad física
Un conejo sano es activo, curioso y come con entusiasmo. Si lo ves apático, escondido, con la cabeza agachada o rechaza su comida, algo no anda bien. También prestá atención a su postura, respiración o si rechina los dientes: pueden ser señales de dolor. Dale espacio para moverse libremente todos los días.
5. Llevá controles veterinarios con especialistas en exóticos
Aunque tu conejo viva dentro de casa, necesita controles de rutina. Vacunas, desparasitación y revisión de peso, ojos, orejas y dientes son fundamentales. Ante cualquier cambio, actuá rápido. Los conejos no muestran dolor hasta que es demasiado tarde.
Conclusión
Cuidar la salud de tu conejo es más que mantenerlo limpio y alimentado. Es observarlo, conocer sus hábitos y actuar a tiempo ante cualquier cambio. Con información, cariño y atención diaria, podés prevenir enfermedades y disfrutar de muchos años juntos. 🐰💚