Introducción:
Un otohematoma puede parecer algo alarmante, pero con atención y tratamiento adecuados, tu mascota puede recuperarse sin complicaciones. En este consejo, te contamos qué es, cómo detectarlo y qué cuidados necesita tu perro o gato.
Un otohematoma es una acumulación de sangre entre la piel y el cartílago de la oreja. Generalmente ocurre cuando el animal se rasca o sacude la cabeza con fuerza, rompiendo pequeños vasos sanguíneos en la zona.
🐶 Se ve más en perros de orejas largas, pero también puede aparecer en gatos.
Una o ambas orejas hinchadas (como una “almohadita”).
Dolor al tocar la zona.
La oreja puede sentirse caliente.
El animal sacude la cabeza o se rasca constantemente.
Infecciones de oído (otitis).
Parásitos (como ácaros).
Alergias que provocan picazón.
Golpes o traumatismos en las orejas.
El tratamiento depende del tamaño del hematoma y su causa.
Drenaje: el veterinario retira la sangre acumulada con aguja o cirugía.
Tratamiento de la causa: si hay otitis o ácaros, se trata al mismo tiempo.
Vendajes o puntos de sutura para evitar que se vuelva a llenar de sangre.
⚠️ Importante: No intentes reventarlo o curarlo en casa. Siempre consultá a un veterinario.
Seguí al pie de la letra las indicaciones del veterinario.
Evitá que tu mascota se rasque o sacuda la cabeza (puede necesitar un collar isabelino).
Aplicá medicamentos (gotas, antibióticos, etc.) según lo recetado.
Mantené limpias las orejas y controlá posibles infecciones futuras.
Detectar un otohematoma a tiempo puede evitar complicaciones y dolor. Si notás que la oreja de tu mascota está inflamada o sensible, no lo dejes pasar: llevála al veterinario.
📌 Más consejos como este en nuestra sección de consejos para mascotas.